jueves, 12 de junio de 2014

El Nietzsche que todos llevamos dentro.

Él es la desesperación que flota en la incapacidad de conformarnos que todos tenemos dentro
tan innata y tan necesaria,
tan humana,

cuando el amor nos deja solos
y la lluvia rompe el polvo
la tormenta nos bloquea el paso
y cuesta tanto mirar por lo alto

entonces parece que algo está cambiando

el olor de la humedad abre tu nariz
y tu nariz levanta tus ojos
tu no amor, es amor que se regenera
tu desesperación transpira como la seda
en las piernas sensuales del propio caos
que se despide llorando,
porque tú al contrario de todo el resto de la humanidad,
bajo la lluvia, tú ahora no te quejas.











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