sábado, 26 de septiembre de 2015

Instrucciones para..... ....perder una oportunidad



El paso primero debe ser firme. Levantar la cabeza, apuntar en dirección al objetivo y empezar a caminar. Al segundo paso la decisión reinará en tu mente, al tercero verás un método y al cuarto un buen resultado final tras sus doctrinas. Al quinto paso temblará tu pierna derecha, la primera en torcerse seguida de la izquierda, para avanzar un sexto en el que la duda asaltará levemente tu cabeza. El séptimo paso la derribará momentáneamente, pero ya con la cabeza enfocando el suelo el éxito futuro empieza a oler a relativo. Antes de que te des cuenta llega el octavo, cara a cara con el objetivo, la mirada tiembla y la desidia desliza torpemente tus pies. Quizá no sea el momento, quizá  lo sea  pero no hay sentido en forzarlo. El miedo al fracaso extiende su venda y cierta falsa seguridad te dice que el éxito sólo era un cuento en tu cabeza. Justo antes de apoyar el pie otra vez, el plan cambia totalmente hacia la huida, al no mojarse, a no jugar a cosas en las que no sabes si ganarás, y ese nuevo plan parece muy seguro. Por un segundo palideces, admites para ti mismo haber sabido que aquella seguridad era falsa desde el principio, todo lo que la justifica son simples mentiras en tu cabeza. Al noveno paso tu boca se sella y tu inseguridad reina, pues sólo queda un mirada aún con media venda izada, una mirada de largura no acotada con un pequeño brillo de veracidad que todo lo dice ya que es la única que nunca se acobardó. La oportunidad pasa, al fin y al cabo esa mirada es incapaz de sujetar nada. El décimo paso es darte la vuelta y alicaído volver a hacer tu camino hacia ningún sitio, avergonzado de tu madurez, de tu escasa energía, de tu cobardía. Nunca desesperanzado. Tras un leve llanto mudo, caminas barajando virtualmente de nuevo los pasos  para la próxima vez. 

Porque en nuestra cabeza todos somos a priori grandes valientes.











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